¿Qué ver? Lilo & Stitch


- En el live-action, el antagonista principal no es Gantu, sino Jumba.
- La Sra. Kekoa es un personaje original: Esta trabajadora social es un personaje original de la versión live-action, no presente en la película animada.
- El disfraz de drag de Pleakley se eliminó.
- Si el personaje de Cobra Bubbles se te hace conocido es porque está inspirado en Marsellus Wallace, uno de los personajes de Pulp Fiction, el clásico de Quentin Tarantino.
- Inicialmente se pensó en Ving Rhames para interpretar a Cobra Bubbles, ya que fue quien dio voz al personaje en la película original. Sin embargo, tuvo que rechazar la oferta por motivos de agenda

Disney continúa su cruzada por reinterpretar sus clásicos animados en acción real, y esta vez le ha tocado el turno a Lilo & Stitch (2002), una de las películas más queridas por su original mezcla de ternura, humor y profundidad emocional. La nueva versión de 2025 mantiene el espíritu del original, pero busca modernizar la historia con una estética renovada y un enfoque más íntimo en los vínculos familiares. Muchos de los cambios a pesar de haber sido objeto de critica son entendibles (falta de presupuesto), excepto, el hecho de que eliminaran el disfraz de drag de Pleakley; un detalle que en la versión animada no solo era fuente de humor, sino también una sutil pero valiosa representación de fluidez de género y libertad de expresión. Resulta curioso —e incluso contradictorio— que Disney, que defendió con firmeza la elección de una actriz negra para interpretar a Ariel en La Sirenita (2023) apelando a la inclusión y la representación diversa, haya optado por borrar un rasgo que en su momento posicionó a Pleakley como un personaje adelantado a su tiempo. La censura del lado más expresivo y no normativo de Pleakley parece un retroceso, sobre todo en un contexto actual donde la representación LGTBQ+ sigue siendo escasa en el cine familiar mainstream.

«A veces las familias no son perfectas pero eso no significa que no sean buenas»
En el live-action el carismático extraterrestre conocido como Stitch, de nuevo, se estrella en una paradisíaca isla hawaiana, donde es adoptado accidentalmente por Lilo, una niña solitaria pero muy empática. A través de sus desventuras, ambos aprenderán que «ohana» no es solo familia, sino tambien la voluntad de permanecer juntos incluso cuando las cosas se ponen dificiles. Es compromiso, aceptación y amor incondicional. Ofrece una lección valiosa para los más pequeños, especialmente para aquellos que han sido adoptados o están creciendo en estructuras familiares no tradicionales. El mensaje de que ser parte de una familia no depende de la sangre, del parentesco ni de venir del mismo lugar, sino de aceptarse y elegirse todos los días, tiene un poder emocional que traspasa la pantalla.
Lilo & Stitch siempre ha sido, para mí, uno de los clásicos más especiales de Disney. Aunque resulte difícil de creer viniendo de alguien que hoy tiene una comunidad de más de 20.000 personas, lo cierto es que siempre he tenido problemas para hacer nuevos amigos. De niña, era de esas personas que se sentía “rara”, diferente, como si no hubiera un lugar claro donde encajar. Y entonces apareció Lilo. Una niña incomprendida, solitaria, que vivía en su propio mundo, pero que también conservaba una enorme capacidad de amar, de soñar, de crear conexiones reales. En ella encontré una figura con la que me identifiqué. Me hizo sentir que un día encontraría un pequeño grupo de personas que me aceptaría como soy. Que la soledad no era permanente, y que ser diferente no era un defecto, sino una forma distinta de estar en el mundo. Eso es lo que hace grande a Lilo & Stitch. No es solo una historia sobre alienígenas y familia; es una película que le habla a todos los que alguna vez se sintieron fuera de lugar. Y lo hace con ternura, sin juicios, y con una sencillez que llega directo al corazón.

Conclusión: Lilo & Stitch logró algo que pocas películas consiguen: al encenderse las luces de la sala, una fila entera de niños se levantó de sus asientos no solo para aplaudir, sino para bailar, sonreír y abrazar con fuerza a sus peluches de Stitch. Cuando una película despierta tal alegría en los más pequeños, es que algo verdaderamente especial ha ocurrido en la pantalla.