¿Qué leer? Aleación de ley

Aleación de ley / Brandon Sanderson/ Nova / 351 / 2016 / ¿Lo quieres leer?

Brandon Sanderson creció en Lincoln (Nebraska, EE.UU.) y ahora vive en Provo (Utah, EE.UU.) con su esposa Emily. Obtuvo la licenciatura en inglés en la Brigham Young University. Su primera novela publicada, “Elantris” (2005), fue recibida por público y crítica como una interesantísima renovación en el tan trillado género de la fantasía. También ha publicado una brillante trilogía: “Nacidos de la bruma” (Mistborn), formada por “El Imperio Final” (2006), “El pozo de la ascensión” (2007) y “El héroe de las eras” (2008). La historia se centra en los poderes “alománticos” en un mundo de bruma y cenizas.

- El Imperio Final
- El Pozo de la Ascensión
- El Héroe de las Eras
- Aleación de ley
- Sombras de identidad
- Brazales de Duelo

- Estelar.
- Escuadrón
- El Aliento de los dioses
- Elantris

‘Aleación de ley’. Forma parte del universo destinado a convertirse en la serie más fascinante jamás escrita en el ámbito de la fantasía épica. Sin lugar a dudas, Brandon Sanderson, hoy en día, se ha convertido en todo un referente del género de la fantasía épica. Aleación de ley es la secuela de la primera trilogía de la saga Nacidos de la bruma. No es tan buena como sus antecesoras. El Imperio Final fue un inicio de trilogía muy potente y ambicioso. Aleación de ley es notable, pero no es un sobresaliente.
Parece que hay que perseguir una cosa, el bien o el mal, para ser importantes. La gente de hoy… Parece que son buenos, o a veces malos, principalmente por inercia, no por decisión. Actúan según los impulsa lo que les rodea».
Han pasado trescientos años desde los acontecimientos narrados en la primera trilogía de la saga, y Scadrial se encuentra ahora cerca de la modernidad: ferrocarriles, canales, iluminación eléctrica y los primeros rascacielos invaden el planeta. Aunque la ciencia y la tecnología están alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. Un grupo que se hace llamar Los Desvanecedores están asaltando trenes y secuestrando rehenes. Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. Al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arbolada de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos.
La gente creía que Wayne imitaba acentos. No lo hacía. Los robaba. Eran lo único que todavía se permitía robar, viendo cómo había decidido hacer el bien en su vida y todas esas cosas».
Wax es un aristócrata que ha pasado gran parte de su vida atrapando a bandidos en los Áridos. Wayne es un amigo de Wax. Se conocieron en los Áridos. Wayne es un ladrón «reformado». Utiliza su talento para dar caza a los malos. Una de las mejoras anécdotas que me ha dado la trama es sus diálogos entorno a sombreros y su habilidad para emitar acentos. Wayne y Wax, juntos, forman una pareja de comediantes. Marasi es la fan de ambos, pero sobre todo de Wax. Se le nota desde el primer encuentro que babea por él. No obstante Wax esta comprometido con su prima. Matrimonios pactados. Costumbre que en aquella época era el pan de cada día. No es fácil ser mujer en una sociedad donde reina el patriacardo. Menos, si perteneces a la clase alta. Miles es un antihéroe. Habría sido el Héroe del Imperio Final de no haber nacido 300 años después de los acontecimientos. Miles por sus poderes es prácticamente inmortal, don que da respeto. No es un enemigo fácil de matar, ni tampoco de odiar. No me cabe duda, Miles es un personaje con una filosofía de vida que te atrapa. La escena en la que trata de convencer a Wax de la razón de su lucha la tengo marcada con post-it.
Acción y dialogos graciosos. Te ries. Brandon quiere que te rias con el sentido del humor tan ¿irónico? ¿sarcástico? ¿De pie de calle? De Wayne. Tiene sus icónicos momentos de drama y suspense que te tensan y te herizan la piel. Sin embargo, no llega a explosionar en mi un sentimiento tan grande como con El Imperio Final.