¿Qué leer? Días de perros
Cansado de vivir en un mundo en el que no encuentra su lugar, y triste por la pérdida de sus seres queridos más cercanos, el riquísimo Andrew Blake decide dar un giro radical a su vida y desaparecer. Así, el día que le van a otorgar el Premio a la Excelencia Industrial, como mérito a toda una carrera como empresario, deja su Londres natal y se marcha al campo en Francia… ¡a trabajar como mayordomo! Cuando llega a Beauvillier se da cuenta enseguida de que la mansión ha perdido el alma que tuvo antaño… Entre sus habitantes están Nathalie, su patrona viuda y de horarios y exigencias extrañas Odile; una cocinera refunfuñona; Manon, una joven que no sabe lo que quiere, y Philippe, el jardinero y manitas que vive en la casita del jardín y se pelea con todos… La relación entre todos es un caos, y está llena de malentendidos y situaciones absurdas, así que Andrew no tiene otra opción que intentar poner orden en esta caótica casa…Ah, ¡y hacerse amigo de Méphisto, el gato de Odile!
Días de perros / Complètament cramé! / Gilles Legardinier / Planeta / 2015 / 400 / Notable / Comprar: 17,95 €
Gilles Legardinier. Ha trabajado en el cine como pirotécnico, tanto en Francia como en Estados Unidos y ha dirigido anuncios y documentales a nivel internacional. Actualmente es responsable de comunicación para el cine en varios estudios, labor que compagina con la escritura.
- Días de perros.
- Mañana lo dejo
`Días de perros` comienza con una premisa que nos recuerda a la obra literaria de gran peso psicológico y espiritual de Robin Sharma,»El monje que vendió su ferrari». Claro está, Guilles Legardinier no pretende a diferencia de Robin Sharma transmitir ningún mensaje en particular, no desea enseñar lecciones, tampoco dar monsergas o ser tomado como algo más de lo que es. No estamos ante un libro de autoayuda, no vamos a encontrar entre sus páginas argumentos de gran peso filosófico, espiritual y esotérico ya pues se trata de un libro de humor en el que destacan los diálogos, diálogos impregnados de humor blanco, familiar, inteligente y a veces, no intencional que se alimenta de los tópicos, los estereotipos, la sorpresa, las exageraciones, los malentendidos, la cotidianidad, el espíritu Peter Pan y la confianza. Aunque ello no significa que no sea una lectura que sin pretenderlo ayude – como todas – pues reivindica la necesidad de estar en paz contigo mismo, de huir de la monotonía, de acoger con los brazos abiertos las segundas oportunidades que la vida te regale y además, te incita a conseguir la felicidad, mediante aptos desconsiderados pues remendando heridas, curando corazones, siendo mapa del perdido es como uno acaba encontrando su lugar en la vida aunque sea como pastor de un rebaño de ovejas descarriadas. Por tanto, «Días de perros» se trata de una novela estrambótica y peculiar que pretende solo y únicamente hacer reír al lector, pertenece a uno de los géneros más desprestigiados por el mercado español pero a pesar de ello a conseguido brillar como estrella única destacando del resto, siendo una lectura agradable a la que acudir en estas noches de invierno donde el frío no invita a salir de casa por miedo a pillar un constipado.
«Todo lo que un anciano puede hacer para ayudar a un joven es ser honesto y decirle lo poco que sabe, aunque su orgullo tenga que resentirse por ello».
La historia gira entorno a un escéptico multimillonario de nombre Andrew que cansado de no sentirse útil ni necesitado a sus 60 años decide volver a nacer reseteando su vida. En su nueva vida como mayordomo tratara de entender porque todo va tan mal en la mansión, en las tuberías y en la cabeza de la gente siendo como un ángel caído del cielo para los residentes. Esos si, un ángel con cuerpo de adulto pero alma de niño.
En lo que respecta a los personajes, estos presentan una construcción psicológica y física notable que hace que llegado el momento del clima narrativo, el lector le importe que o que no le ocurre o les deja de ocurrir, siendo personajes llenos de naturalidad con los que es fácil sentirse atraídos por su simpatía. Como personaje principal tenemos a Andrew el excéntrico millonario del que os he hablado antes que decide dejar su mansión y su empresa por una vida sirviendo como mayordomo. Es curioso, pero me resulta imposible no pensar en el difunto y añorado Robin Williams cuando Andrew sale en escena, y es que ambos comparten una cualidad que les hace ser indispensables, y es la bondad, el ayudar a los demás, en pensar en el vecino antes que en uno mismo. Andrew simboliza la sabiduría no es por tanto extraño por ello que su caparazón este trazado de arrugas, cuerpo de adulto, alma de niño, se dedica a inmiscuirse en asuntos que no les incumbe con el objetivo de arreglar los tejemanejes de otros y es que su afán de ayudar llega a niveles delictivos que nos arrebatan alguna que otra carcajada. Dejando de lado a Andrew, tenemos como secundarios a Philippe quien hace su entrada triunfal con una escopeta en mano y con el punto de mira apuntado a la cabeza de Andrew. Odile, la chef de la mansión. Manon, la sirvienta/estudiante. Y Nathalie, la dueña de la mansión. Todos ellos resultan ser personajes a los que añoro y que ya a tres horas de haber finalizado la novela, echo de menos.
En lo que respecta a la narración, se encuentra escrito en tercera persona. Brilla por sus diálogos impregnados de humor. No sobresale por sus descripciones ni por el uso de metáforas, retórica o lirismo.
«Nadie desconfía de las personas de edad avanzada. A pesar de que los canallas también envejecen».
La novela transmite una serie de valores y enseñanzas como la única constante en nuestras vidas es el cambio; No hay adversario pequeño; Quien se cree el más fuerte es a menudo el que pierde; No hay nada más valioso que estar en paz; Los caminos que conducen a encontrar nuestro lugar en el mundo a menudo resultan sorprendentes; Un adulto no es más que un niño que ha envejecido; La mayor de las lealtades exige a veces una pequeña traición…
Contexto: 4/5 Escritura: 4/5 Personajes: 5/5 Portada: 3/5
Conclusión: Novela estrambótica y peculiar que pretende solo y únicamente hacer reír al lector.
Lo mejor: Los diálogos chispeantes llenos de humor.
Lo peor: Todo es mejorable, los diálogos como he destacado antes son notables, pero echo de menos las descripciones.
Le encantara: A aquellos que les gusten las novelas donde abunde el dialogo y el buen humor.
Escrito por: Maridelibro Administradora Me llaman Marí, aunque también soy conocida por mi seudónimo Maridelibro, la chica de las mil caras y portadas. Me considero friki, rara o como lo queráis llamar "especial". Me gusta viajar, la adrenalina, traducir, leer y escribir. Facebook / Maridelibro /Twitter / Instagram / Correo