¿Qué leer? Imperio
Iria G. Parente y Selene M. Pascual son dos autoras especializadas en literatura juvenil que no saben (ni quieren) dejar de escribir. Con una veintena de títulos publicados en los que les encanta explorar nuevos géneros y personajes, no tienen planeado dejar de contar nuevas historias, sobre todo si son de fantasía. Faesia, el continente de la trilogía de Secretos de la luna llena, fue uno de los primeros que crearon juntas y también uno de los que tienen un lugar más especial en su corazón.
- Imperio.
- Seremos el huracan
- Anne sin filtros
- Desde Soulcial ¿con amor?
- Alma y los siete monstruos
‘Imperio’. Distopía conclusiva que presenta ingredientes del género (obvio) y recuerda, cuando menos, al k-drama “El juego del calamar”. Ambos productos artísticos, ubican la acción en un show que es transmitido y visto por los espectadores: llamados testigos (Quiero aclarar que en El juego del calamar, su audiencia es reducida porque el reality es privado. En Imperio, eso no ocurre).
¿Quiénes son los testigos? Para responder a la pregunta es necesario que os hable de las clases sociales que existen en el Imperio. Hay tres clases sociales: Los Imperiales, que son los que hacen las normas, los que están en lo más alto de la jerarquía. Luego, le siguen los Iconos que en pocas palabras son influencers. Un peldaño más abajo tenemos a los Testigos. Estos son los espectadores de casa, por supuesto, no tienen la suficiente influencia para llegar a ser considerados personas relevantes. Por último, los Desconectados, aquellos que no quieres saber nada de las redes, mucho menos, de los Imperiales.
Pero centrémonos más en el edificio, Imperio. Es allí donde se dan lugar las pruebas y los participantes (todos Iconos) compiten para conseguir el premio: una vida resuelta para siempre, un hogar en el complejo presidencial y más poder y dinero del que una persona puede llegar a necesitar en su vida. En principio son pruebas que no presentan peligro, pero digamos que nadie está a salvo de sufrir un accidente, al menos no del todo. Esto es como comer. Uno puede pecar de confiado y pensar que ese trozo de carne que acabas de llevarte a la boca no te matara, pero existen más de mil maneras tontas de morir y una de ellas es morir asfixiado por un trozo de carne sin masticar que no sube, tampoco baja, simplemente se queda atascado en la faringe hasta dejarte sin aire en todo el cuerpo.
Alerta Spoiler:
Fortalezas
- La narrativa de ambas autoras es perfecta. Me encanta como escriben. De ellas leería hasta su lista de la compra.
- Los personajes tienen voz propia. Podrías cubrir los nombres que igualmente sabrías quien es el que ha dicho eso por su escala de valores, ética, intereses, deseos, miedos, etc.
Debilidades
- El final es una copia del ya presenciado en Los juegos del hambre. Falta de originalidad. No toman riesgos.
- Las pruebas resultan repetitivas.