¿Qué infantil? Desarrollo sensorial. La vista
«Emotivo spot de JWT para la ONCE, en el que se aboga por la inclusión en el sistema educativo de los niños invidentes».
El desarrollo sensorial son los procesos por los que el infante transcurre y por lo tanto se desarrollará en todos sus aspectos, creando así una base para posteriores desarrollos, cognitivos, físicos y del lenguaje. El desarrollo sensorial va a constituir los canales por donde el infante recibe la información de su entorno (los colores, las formas, los olores, los sabores, los sonidos etc), y de su propio cuerpo en el espacio, etc). A partir de la información recogida, el infante podrá dar respuestas adaptadas a las condiciones del medio o del entorno. Las capacidades sensoriales son las primeras funciones que se desarrollan en el infante, ya que son la base del desarrollo perceptivo y cognitivo.
El desarrollo sensorial es por lo tanto la experimentación que el infante tiene a través de los sentidos.
Para poder profundizar en la definición de desarrollo sensorial nos tenemos que basar en dos aspectos fundamentales: La sensibilización y la percepción.
La percepción es una capacidad cognitiva precoz que conecta al infante con el mundo que les rodea a través de sus sentidos.
La sensibilización actúa como la acomodación. A través de nuestros sentidos obtenemos datos.
La vista.
La vista es el sentido destinado a captar la luz mediante el sistema visual. El ojo es el órgano esencial.
El recién nacido es capaz de distinguir lo claro de lo oscuro. Su agudeza visual es muy pobre ( no puede distinguir formas y colores), pero evolucionará rápidamente durante las primeras semanas. Al mes el bebé ya puede fijar la mirada en un objeto grande situado frente a él y seguirlo 90 grados. A los dos meses sigue el objeto con la mirada en un recorrido de 180 grados. Al tercer mes gira la cabeza para seguir un objeto que se desplaza. Es la edad de mirarse las manos y concentrarse mirando un objeto cercano, más aparece la perspectiva. En el cuarto mes ya tiene un horizonte visual de 180 grados. Al sexto mes han adquirido la coordinación ojo-mano y percibe la profundidad. En el octavo mes examina los objetos con más detenimiento. Al año de vida el infante adquiere agudeza visual del adulto.
Las alteraciones o trastornos de la vista más comunes son:
- Miopía.
- Hipermetropía.
- Astigmatismo.
Actividades relacionadas con la vista:
¡Los ojos son muy importantes!
La actividad será llevada a cabo en la asamblea. Para el desarrollo de la misma únicamente utilizaré un pañuelo con una textura suave para taparle los ojos.
Esta actividad tendrá un carácter introductorio para valorar los conocimientos previos del infante en torno al sentido de la vista. Se pregunta al infante para qué sirven los ojos y si son importantes. Tras escuchar las respuestas se elige a uno de ellos para taparle los ojos pidiéndole que haga cualquier acción sencilla: sentarse en la silla, coger un lápiz, abrir la puerta etc.
Tras devolverle la vista, se pregunta de nuevo si los ojos son importantes. A partir del diálogo reflexionamos y valoramos la importancia de dicho sentido.
La prueba del oculista.
Será llevada a cabo en la asamblea del aula en un primer momento de diálogo. Después, para realizar las diferentes pruebas los infantes se sentarán en sus respectivas sillas. Esta actividad se puede prolongar durante dos o tres días para que todos los estudiantes realicen la prueba, y no se acumule toda la actividad en un mismo día.
Se necesitarán dos folios tamaño A3, uno con letras y otro con dibujos estilo oculista, es decir, reduciendo el tamaño en cada línea.
Durante la asamblea, se pide a cualquier infante que lleve gafas que explique por qué las lleva. Se le hacen preguntas hasta que contesten algo parecido a que no ven bien sin ellas o similar. Se insiste hasta que cuente cómo se dio cuenta y que describa como ven sin las gafas. También se les puede preguntar por las personas que le puso las gafas y qué pruebas le hizo.
Después de que los infantes hayan compartido sus experiencias llevaremos a cabo en el aula una situación similar a la ocurrida en la consulta de un oculista y para ello pegaré en la pizarra los dos folios A3 que ya tendré preparado: uno con las vocales en mayúsculas y otro con dibujos, donde cada línea se reducirá en tamaño a la anterior.
Pondré a cierta distancia (metro y medio aproximadamente) una silla donde cada infante se sentará para hacer la prueba y sentaremos a uno de los infantes que llevan gafas. Le pediré que hagan la prueba con las gafas puestas.
Uno a uno, se sentarán. Entonces, le pediré que vayan leyendo las letras o dibujos que señale de uno de los dos paneles eligiendo uno o dos dibujos o letras de cada línea comenzando por la superior y bajando línea a línea, hasta que no sea capaz de leer más. Luego se taparán el otro ojo y se procederá de la misma manera que con el ojo anterior, pero con el otro panel que aún no habíamos usado.