¿Qué ver? Amor de gata
- La película originalmente se iba a estrenar en los cines japoneses, pero fue suspendido por el coronavirus.
‘Amor de gata’ es la nueva propuesta de entretenimiento para toda la familia que oferta Netflix. Su estilo animado nos puede hacer caer en el error de creer que estamos ante una película perteneciente al Studio Ghibli, no obstante, el proyecto forma parte del Studio Colorido. Viene siendo su segundo largometraje animado (su primer largometraje fue «Penguin Highway. El misterio de los pingüinos»).
La trama, tanto romántica como de corte fantástico, gira entorno a una adolescente que mediante el uso de una máscara mágica puede convertirse en felino para estar cerca del chico que le gusta.
Miyo Sasaki en su forma humana no tiene éxito en ganarse la atención de Kento. Directa y transparente, muestra sus sentimientos hacía él desde el principio. Su comportamiento es un tanto cuestionable. Su amor puede verse como una obsesión. Roza el acoso. Un acoso infantil, tal vez, pegajoso y algo molesto para Kento, pero ante todo, dulce e inocente como el primer amor. Sin embargo, el primer amor deja marca; a una persona inestable la experiencia puede conducirle a sufrir un episodio depresivo. Estos problemas de comunicación le harán replantearse la idea de abandonar su humanidad para siempre.
Kento choca al principio con la descarada Miyo ya que, él es una persona reservada que no le gusta ser el centro de atención.
Miyo y Kento nos presenta distintas caras de la depresión. Miyo se hace la fuerte y, oculta detrás de una personalidad alegre y jovial, el daño que le provocó la separación de sus padres. Kento se representa como un adolescente preocupado por su devenir quien no suele sonreír. Otro aspecto a destacar, es la sensibilidad con la que transmiten el vínculo afectivo de amor y amistad entre mascota y dueño.
«Amor de gata» puede recordarnos a películas aclamadas como «Your name«y «Una voz silenciosa» (ambas están disponibles en Netflix), sin embargo la calidad de la historia en comparación deja mucho que desear.